Miro atrás y me doy cuenta que desde febrero no he publicado nada, me sabe mal porque han sido muchos años compartiendo mis labores con vosotras, haciendo amistades y viendo otros maravillosos blogs. He de reconocer que estoy mucho más activa en Instagram, supongo que es menos trabajo y más inmediata la visualización de lo que compartes...
Aún así, aquí estoy. El otoño me revitaliza las ganas de coser y acolchar así que empezamos la temporada con una labor muy querida: el quilt que he hecho a mi nieto Gonzalo, que ya son tres los que tengo a cual mas maravilloso.
Es un rail fence hecho con camisas (cómo no!) muy de chico. Sobre todo he utilizado camisas de su padre y también de Andrés, su abuelo, para que sea un buen recuerdo. Por ejemplo su nombre está aplicado sobre un delantero de camisa con las iniciales de mi hijo.
Un beso fuerte, deseando que todas estéis bien!
