Ya os enseñé hace un par de semanas el top que he hecho basándome en el libro de Victoria Findlay Wolfe.
Pues ni corta ni perezosa, rebusque entre las piezas grandes de tela que tengo para traseras y encontré la perfecta en tamaño y ligera de estampado, que bien cargadito va ya el quilt por delante.
El sábado me puse a acolchar a máquina y lo rematé con la etiqueta y el cosido a mano del binding que es uno de los mejores momentos para mí. Tranquilamente cosiendo a mano mientras veo con Andrés alguna cosa en la televisión y sabiendo que es el último paso para acabar una labor.
Mide 1,10 por 1,40 metros y es perfecto para alegrar el respaldo del sofá de la salita.
