Aprovechando que estuve unos días en Cantabria con mi madre he hecho dos miniquilts para regalar.
Uno de ellos es para mi cuñada y amiga Elena, que esta empezando a recibir sus primeras clases de patch y esta muy ilusionada. Es para que decore su rincón de costura.
El segundo ya sabéis que era para el amigo invisible de la kedada con mis amigas blogueras y que fue para Montse.
Ambos están acolchados a mano y como toque final en uno he puesto mi firma en un bies al dorso del quilt y, en el otro, fue mi madre la que bordó la dedicatoria.
Y esta preciosidad azul purísima (como se decía antes) es mi nueva adquisición para mi colección de máquinas vintage.... Una Sigma modelo 101.
