Comenzó este quilt muy country, allá por 2011 y aplicó a mano los cipreses, el césped y el fondo de la casa central... pero lo de los flying geese no lo veía claro y ahí se quedó la labor.
Me traje para Madrid el panel central y los patrones, y ha estado años en un cajón de mi cuarto de costura.
Con la racha que he tenido de falta de inspiración, el tener UFO's a mano no deja de ser una bendición, no tienes que pensar mucho, simplemente continuar la labor hasta que la acabas.
Me ha resultado muy divertido pues me encanta aplicar a máquina, y se avanza muy rápido, así que realmente ha sido un placer. He aprovechado telas y pieceado la trasera y, una vez montado, lo he acolchado a mano para conservar ese aire rústico y artesanal de la labor.
Este verano se lo llevé ya acabado a mi madre y tan encantada que está con él.